La Comunidad de Madrid reforzó en 2024 su liderazgo como destino de inversión extranjera en España, alcanzando los 24.705 millones de euros, lo que representa el 67,1% del total nacional. Este resultado consolida su posición como uno de los principales polos de atracción de capital extranjero en Europa. Destaca especialmente la inversión procedente de Estados Unidos, que aportó el 13,1% del total (3.236 millones de euros), reflejo de la confianza que las compañías norteamericanas depositan en el entorno económico madrileño.
Las inversiones estadounidenses en la región han sido tan diversas como estratégicas, abarcando sectores clave como tecnología, salud, turismo, alimentación, inmobiliario y consultoría. Tanto grandes multinacionales como empresas medianas han elegido Madrid para expandir sus operaciones en Europa. En el ámbito tecnológico, destacan proyectos como la apertura de la primera región cloud de Microsoft (Spain Central) y la transformación de una antigua fábrica de gas en la nueva sede de Electronic Arts. En salud, la farmacéutica Eli Lilly continúa invirtiendo en su centro de I+D en Alcobendas, centrado en investigación preclínica.
El sector turístico también ha captado la atención de marcas estadounidenses: Sheraton, Nobu Hotel y U-Music Hotels están desarrollando nuevos proyectos en la capital. En alimentación, Kraft Heinz eligió Madrid para instalar su primer centro culinario en Europa. Además, empresas especializadas como Milliman, consultora actuarial, abrieron un Centro de Excelencia en Modelización, mientras ABB Robotics inauguró un nuevo centro de formación y exposición en robótica móvil autónoma (AMR). El año cerró con la apertura en diciembre de Forbes House Madrid, un club privado exclusivo para líderes y emprendedores globales, el primero de su tipo en Europa.
Madrid reúne múltiples factores que la convierten en un destino privilegiado para la inversión extranjera. Su ubicación estratégica —puente natural entre Europa, África y Latinoamérica—, su infraestructura avanzada, su red de transporte y telecomunicaciones de primer nivel, así como su acceso a talento cualificado y su
ecosistema de innovación, hacen de la región un entorno ideal para empresas globales. A ello se suma un marco jurídico sólido y políticas públicas favorables a la inversión. Todo ello refuerza el atractivo de Madrid como puerta de entrada al mercado europeo, especialmente para las empresas estadounidenses que buscan crecer, innovar y diversificar sus operaciones.