La Comunidad de Madrid se ha consolidado como uno de los destinos europeos más atractivos para la inversión estadounidense en microelectrónica y semiconductores, combinando una infraestructura científica de vanguardia, un ecosistema empresarial robusto y políticas públicas orientadas a la innovación tecnológica. Mientras Estados Unidos lidera globalmente en capacidad de diseño y producción de chips —con inversiones superiores a 600.000 millones de dólares desde 2020—, Madrid emerge como el socio europeo ideal para expandir esta revolución tecnológica.
Madrid concentra el núcleo español de la microelectrónica a través de el Clúster de Innovación Tecnológica y Talento en Semiconductores (CITT), impulsado por la Fundación madri+d, integra a las seis universidades públicas de la región, los siete Institutos Madrileños de Estudios Avanzados (IMDEA) y más de veinte grupos empresariales. Este ecosistema público-privado facilita la transferencia de conocimiento, la formación de talento y el desarrollo de proyectos estratégicos en diseño, fabricación y encapsulado de chips.
La región cuenta con más de 45 empresas tecnológicas especializadas en microelectrónica y semiconductores, entre las que destacan KDPOF, pionera en
comunicaciones ópticas de alta velocidad; ArXiTEC Critical Systems, especializada en sistemas electrónicos críticos; Sensia Solutions, centrada en sensores térmicos avanzados; y Alcyon Photonics, enfocada en fotónica integrada para comunicaciones ópticas y computación. Estas compañías reflejan la capacidad innovadora y la diversidad tecnológica del tejido madrileño.
La fortaleza científica de Madrid se apoya en centros de referencia como el Instituto de Sistemas Optoelectrónicos y Microtecnología (ISOM-UPM), parte de la red nacional ICTS MICRONANOFABS, y el IMDEA Nanociencia, dedicado a la investigación en nanociencia y nanotecnología aplicada. En octubre de 2024, la Comunidad de Madrid anunció la creación de una red regional de Salas Limpias de Micronanofabricación, que permitirá a universidades y empresas disponer de instalaciones certificadas internacionalmente para el desarrollo de prototipos y procesos de microfabricación, reforzando el liderazgo científico y tecnológico de la región.
Asimismo, la Comunidad de Madrid forma parte de la European Semiconductor Regions Alliance (ESRA), la plataforma interregional que actúa como “partner” de la Comisión Europea para la implementación del European Chips Act y el desarrollo de cadenas de valor resilientes. Esta pertenencia facilita la conexión de Madrid con regiones tractoras, el acceso a consorcios y la identificación de proyectos alineados con las prioridades europeas En este contexto la relación con Estados Unidos es evidente. Por un lado, uno de los motores de demanda de productos microelectrónicos y semiconductores de Madrid proviene de las regiones cloud de las grandes tecnológicas estadounidenses en la Comunidad, como Google Cloud, IBM y Microsoft, así como a la proliferación de centros de datos derivados —41 centros de datos en la Comunidad de Madrid y un +89,3% de capacidad instalada en cuatro años—, donde también destacan empresas estadounidenses como Prime, Digital Realty, o Iron Mountain. De esta forma Madrid se consolida como nodo de consumo e integración de microelectrónica de última generación, desde chips de alto rendimiento hasta soluciones ópticas avanzadas y equipos de verificación, con efecto tractor directo sobre nuevas inversiones.
Por otro lado, varias compañías estadounidenses relacionadas con la cadena de valor del sector de la microelectrónica ya se han implantado en la región: Microchip Technology (oficina en Madrid con ingenieros de aplicaciones que dan soporte a España y Portugal), 3M (materiales y consumibles críticos), Keysight Technologies y NI–National Instruments (instrumentación y equipos de prueba para laboratorios y líneas de validación).
Estas inversiones evidencian el atractivo de la Comunidad de Madrid para las empresas estadounidenses del sector de la microelectrónica y su cadena de valor, el cual se ve incentivado por el El PERTE Chip, aprobado por el Gobierno de España en 2022, cuenta con un presupuesto de 12.250 millones de euros hasta 2027 y persigue posicionar a España como un actor clave en la industria mundial de semiconductores.
Este programa impulsa la investigación, el diseño y la capacidad de producción, complementando el marco europeo establecido por la Ley Europea de Chips, que movilizará más de 43.000 millones de euros en inversiones públicas y privadas hasta 2030.
En el ámbito académico, la región dispone de una sólida base de conocimiento. La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) lidera la Cátedra UPM-Indra de Microelectrónica (CAUPIME), centrada en diseño de circuitos, nuevos materiales y pruebas de chips. La Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) desarrolla la Cátedra Universidad-Empresa EPIQ, orientada a circuitos electrónicos y fotónica integrada, y participa en proyectos europeos como EPICPack, dedicados al ensamblaje y encapsulado de dispositivos electrónicos y fotónicos. Ambas instituciones forman parte de las Cátedras Chip promovidas por el Ministerio de Transformación Digital, cuyo objetivo es acelerar la formación de especialistas en semiconductores.
Gracias a esta combinación de talento, infraestructura y apoyo público, Madrid se posiciona como el epicentro español y uno de los polos europeos de referencia para la inversión en microelectrónica por parte de empresas estadounidenses. Su estrecha relación con empresas y actores claves del país norteamericano consolida a la región como un socio estratégico transatlántico, impulsando conjuntamente la competitividad tecnológica y la autonomía industrial en un sector crítico para la economía global.